Amando al pecador y
aborreciendo al pecado
Muchas iglesias se jactan de ser espirituales, dejan
a fuera a muchos por sus costumbres, por su
condición social, por su apariencia externa. ¿Cuántos
estarían dispuestos en alguna de estas "grandes"
iglesias a recibir con amor y respeto (estimando al
recien llegado cómo superior a sí mismo) por
ejemplo: a na prostituta, a un homosexual, a un
asesino. ¿lo haría sabiendo quien es y lo que ha
hecho?. La respuesta será (obiamente) SI.
Pero la verdadera repuesta. La que el Señor espera,
está a las puertas de las congregaciones. Muchas de
esas megas iglesias, para no escandalizar a los
asistentes (no a los practicantes), en el caso que
llegue algún ser (visualmente desagradable) se le
envía por la puerta de atrás, se le enseña el
camino de salvación, se le da una palmadita en la
espalda y ¡ cuando se bañe y esté perfumadito
vuelva!. a las
El Señor no buscaba la comodidad ni las grandes
sinagogas. Él entraba en la casa de cualquiera,
bebía vino si, (¡¡bebía vino!!)"Vino el Hijo del
Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un
hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de
publicanos y pecadores. Pero la sabiduría es
jusificada por sus hijos". (Mateo 11:19).
Ellos preferían a un Jesús apartado de esa "lacra", a
la cual ellos, en su altísima santidad, jamás se
acercaban. pero una cosa es el pecado y otra cosa
es el pecador, piensa en tí mismo (a). Y déjame
plantearte una cosa interesante: "Si decimos que no
tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos,
y la verdad no está en nosotros.(1 Juan 1:8). Ahora
pides perdón de corazón y el Señor te cubre y te
cubre y te limpia.
Mientras no pides perdón estás en pecado. Quizás
notas que has pecado al cabo de un tiempo, y
debes arrepentirte. Mientras esto pasa, te alimentas,
te higienizas, te vistes, te proteges. Sabes que hay
pecado n tí. Pero aún así te amas. Aborreces el
pecado que hay en tí. Pero aún así, no tienes el más
minimo reparo en seguir alimentandote, vistiendote,
protegiendote. ¿Entiendes ahora la diferencia? Amas
al pecador (que eres tú), pero aborreces al pecado
que está en él (o sea en tí mismo (a). "Y el segundo
es semejante: Amarás al prójimo como a tí mismo".
(Mateo 22:39). O sea que deberás amar (alimentar,
vestir y cuidar) a tu prójimo como lo haces a ti
mismo.
Ministerio Internacional
-Fuente de Vida-
http://www.gabitogrupos.com/fuente-de-vida/general.php
|