Asì pues, lo que se pretende es de que todos los seres humanos decidamos prepararnos debidamente para que nuestra mente sea cautivada por la Mente de la Sabiduria y Poder Eterno de Dios, estudiando, reflexionando y meditando profundamente su Palabra plasmada en el Nuevo Testamento para adentrarnos en el conocimiento espiritual que nos enseña cómo hacer verdaderamente nuestra la Alianza Nueva de Dios con los hombres al seguir los tiempos, el orden y propósito de Dios en la encomienda dada a Jesús y así integremos nuestro espíritu, alma y cuerpo en permanente alabanza a Dios en su Trinidad Santa y Perfecta, uniendo y fundiendo nuestro espíritu con el Espíritu de Jesús para recuperar nuestra verdadera identidad en Dios, con el conocimiento pleno de haber sido hechos a su imagen y semejanza al ser enteramente fieles a su mandato cuando en su Palabra dice:
" Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, y los llevó aparte, ellos solos, a un monte muy alto. Y allí cambió de aspecto delante de ellos. Sus ropas se volvieron blancas y resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo sería capaz de blanquearlas de ese modo. Y se les aparecieron Elías y Moisés, los cuales conversaban con Jesús". Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bueno que estamos aquí! Levantaremos tres chozas, una para tí, otra para Moisés y otra para Elías" "En realidad no sabía lo que decía, porque estaban aterrados.En eso se formó una nube que los cubrió con su sombra, y desde la nube llegaron estas palabras: "Este es mi Hijo, el Amado: a él han de escuchar." Y de pronto, como miraron alrededor, no vieron ya a nadie; sólo Jesús estaba con ellos.
Cuando bajaban del cerro, les ordenó que no dijeran a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron el secreto, aunque se preguntaban unos a otros que será eso de resucitar de entre los muertos.” (Mt. 7: 1-9)
Tratemos de discernir este evento espiritualmente, para conocer la enseñanza que Jesús quiere transmitir."
Como vemos, Jesús tomó a los tres discípulos que estaban siempre más cerca de él para que fueran testigos de ese extraordinario suceso en el cual nos da a entender, que el hombre que quiera estar cerca de Dios, deberá subirse sobre ese cerro alto formado con las tradiciones religiosas y la sabiduría humana y sus cotos de poder y colocar encima de todo eso a las cosas espirituales de Dios para ser vestido con ese ropaje espiritual y así saber reconocer, que la visita que hicieron Moisés y Elías a Jesús, fue para que el hombre creyente de Dios, no levante altares o chozas a ningún profeta o lìder en las cosas espirituales de Dios, de tiempos pasados o actuales, ya que por disposición del Padre esos tiempos habían llegado a su fin, por lo que ahora ellos dejaban el lugar a Jesús para que diera cabal cumplimiento a lo que el Padre le encomendó, es decir: liberar al hombre de las cadenas religiosas que por siglos lo habia mantenido esclavizado. Lo cual, hasta la fecha no ha sucedido porque seguimos aceptando esas vendas negras en nuestros ojos espirituales y no nos hemos preocupado por conocer màs de la esencia espiritual que la Escritura del Nuevo Testamento contiene.
Esta encomienda fue la de enseñarle al hombre, a través de cosas que pudiera ver, a recuperar el poder que viene de lo alto para resucitar a su condición espiritual de la que originalmente desciende, para que la esencia, substancia y eternidad del Único y Eterno Yo Soy, sea en él.