En este atareado mundo nunca deberíamos ser extaños al amor y a la compasión. Es la tierra fértil el jardín de la paz. debemos darles una bienvenida en nuestros corazones y enseñarlas en nuestros higares El amor y la compasión deben ser cultivados y protegidos cómo el bien más apreciado de lo que poseemos.
Déjalos que rodeen todo lo que hagas. Deja que fluyan cómo una eterna melodía. Abrázate al amor y la compasión con todo tu espíritu. Entiende que ellos nunca hieren u ofenden; solamente sanan y te empoderan.
Solamente con verdadero amor y compasión es que podemos remendar lo que está roto en nuestro mundo. Son las dos cosas benditas que pueden empezar a sanar los corazones partidos.
El amor y la compasión son la madre y el padre de una sonrisa. Necesitamos crear más sonrisas en este mundo hoy en día. Las sonrisas, después de todo pavimentan el camino para un mundo feliz.
Una sonrisa puede cambiar la vida de una persona en maneras que uno nunca podría imaginarse. Es infecciosa puede causar una reacción en cadena. Puede ser memorable para alguien que te crizaste en la calle o en alguna tienda o tal vez conduciendo. Solamente se tarda una fracción de segundo para sonreir y olvidar, pero para una persona que la necesitaba, puede durarle toda una vida. Todos deberíamos sonreir más a menudo.
Así que libremente demos al mundo estos obsequios de amor y compasión. Que no te importe cuanto has recibido de vuelta, solo sepas que en tu corazón será devuelto.
Necesitamos verdadero amor y compasión
Recuerda:
Si el amor es defensivo, no es amor.
Si el amor es ofensivo, no es amor.
El amor es puro, bondadoso y compasivo.
Empecemos hoy.