Llevar fruto que permanece
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo queréis y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre
en que llevéis mucho fruto, y seais así mis discípulos" (Juan 15:7-8).
El deseo del Señor Jesús es que el fruto producido en la vida de sus discípulos sea fruto que permanece Juan 15:16. El uso de la palabra "permanecer" en Juan 15 lleva la idea de quedarse en un lugar o mantenerse en cierta condición. Las palabras sinónimas son: continuar, morar, perdurar, y estar presente. Entre los versos 4 al 16 de Juan 15 la misma palabra sale 12 veces. Dijo el Señor Jesús "permaneced en mí, y yo en vosotros" Juan 15:4. La experiencia es recíproca. permanecer en Cristo no significa solamente estar consciente de su presencia o estar pensando en Él constantemente. Significa más que eso. Usa la figura del pámpano que deriva de la savia de la vid para desarrollarse y dar fruto. Así en contacto con el Señor se recibe lo necesario para producir fruto espiritual como honradez, bondad, integridad, misericordia. Esto es el resultado de permanecer en Él ¿Acaso el pámpano hace contacto con la vid día por medio de pedir su porción a fin de crecer? ¡Por supuesto que no!. Todos sabemos que el pámpano esta en constante contacto con la vid. El Señor lo dijo claramente, "porque separados de mí nada podéis hacer V. 5.
Cuando uno continua en contacto con su Señor por fe en forma constante, está consciente de lo que le place y por eso come de su Palabra. Esto se ve en la vida diaria en los actos de servicio. Es estar consciente de lo que le agrada al Señor para poder evitar el pecado y ser de bendición en la vida de otros.
La cadena del amor es mencionada en el verso 9 "Cómo el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor" La evidencia de permanecer en el amor del Señor es cuando uno guarda sus mandamientos. Por amor el discípulo obedecea Jesús y declara su parentesco con Él. "Dijo entonces Jesús. Si vosotros verdaderamente guardais mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos" Juan 8:31. La meta debe llevar fruto que permanece, es decir la labor que el creyente desarrolla deja una marca en la vida de otros que no desaparece con los años.