Aprender por ver un ejemplo
"Pero persiste tú en lo que aprendiste y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido" 2 Timoteo 3:14.
Pablo el apóstol advirtió a Timoteo de "más los malos hombres y los engañadores iran de mal en peor, engañando y siendo engañandos" 2 Tim. 3:13. Enseguida tuvo palabras especialmente dirigidas a Timoteo: "PERO PERSISTE TU" (vea texto de cabecera). La vida de los cristianos en los primeros siglos de la era cristiana no fue nada fácil. había persecución por ser un seguidor de Cristo. Pablo mismo sabía que le iba tocar morir martirizado. La segunda carta a Timoteo fue la última escrita por Pablo. la sombra de la muerte había caído sobre él. De todos modos usa su propia vida cómo un ejemplo para animar a Timoteo a vivir para la gloria de Cristo, su Salvador. Con anterioridad había llamado a Timoteo a "Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús" 2 Tim. 2:1. Había trabajo para hacer y las condiciones adversas no deben ser un impedimento para no seguir adelante. Pablo se mantuvo firme y constante en su testimonio. Con humildad y buena conciencia condujo su vida por más de treinta años desde que se convirtió en las cercanías de Damasco.
El ejemplo de Pablo seguía un sólo rumbo, "Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución" 2 Tim. 3:12. Si Timoteo hubiera escrito una biografía de Pablo, su mentor y padre en la fe, seguramente habría contado lo valiente que era este insigne siervo del Señor. Las enseñanzas salidas de su boca tomaron cuerpo en la forma que Pablo mismo ponía por obra los consejos que daba a otros. Vivió una vida de cristiano genuino y quiso que Timoteo aprendiera a hacer lo mismo.
Si hubiéramos tenido el privilegio cómo tuvo Timoteo de conocer a Pablo, habríamos escuchado buena enseñanza y doctrina verdadera. Habríamos visto un comportamiento semejante al del Señor Jesús. La vida de Pablo fue marcada por un sólo propósito; hacer la voluntad de Dios y honrarle en todo momento. Era un hombre fiel y paciente, aún en los momentos más difíciles cuando era detenido y encarcelado. Oraba por sus captores y les testificaba, mostrando de esta manera el amor de Cristo. Sufrió injustamente y no perdió su equilibrio espiritual. Reconoció que Timoteo había respondido bien. "Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, perseciciones, padecimientos, cómo los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido y de todas me ha librado el Señor" vv. 10-11. Dios nos ayude a ser buenos ejemplos para otros y a seguir los buenos ejemplos que vemos en otros. El mundo nos está mirando; aprendamos para que el mundo aprenda de nuestro buen ejemplo.