La mano poderosa de Dios
"Mi mano fundó también la tierra, y mi mano derecha midió los cielos con el palmo; al llamarlos yo, comparecieron conjuntamente" Isaías 48:13.
Hace poco junto a esposa fuimos al hospital para recojer a un matrimonio y su primer hijo. Juan tenía apenas 48 horas de vida y una vez llegados a la casa nos turnamos para cojerlo en brazos. Me llamó la atención la mano pequeña del bebe y puse mi dedo para que lo tomara. la manita de Juan era menuda pero tan perfecta en su construcción. La mano humana es una maravilla anatómica. No pemos hacer otra cosa que admirarnos de su diseño y de lo que es capaz de hacer. Dios utiliza la mano cómo una figura de su destrza y de su poder. Isaías cita a Dios quién dijo que con su mano "fundó la tierra" Isa. 48:13. No hay nada comparable con la mano de Dios.
No es la única vez en Isaías que Dios llame la atención a sus manos; "Yo hice la tierra, y sobre ella cree al hombre. Yo, mis manos extendieron los cielos" Isa.45:12. Al efectuar la creación de nuestro mundo, Dios no usó intermediarios, ni procesos que requirían años para dar origen al producto final. tampoco usó materiales ya existentes. Dios dice, "Yo hice la tierra...Yo, mis manos extendieron la tierra." El mundo que vivimos es producto de las manos poderosas de Dios. La Biblia es clara en afirmar "en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que ella hay, y reposó al séptimo día" Exo. 20:21. "Porque él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió" Salmo 33:9.
La mano del Padre y del Hijo es el lugar donde el creyente en Cristo hoy en día siente seguridad. Jesús dijo: "mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida etrna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano, Mi Padre que me las dio, es myor que todos, y nadie las puede arrebatar las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos" Juan 10:27-30. ¡Aquí hay una doble seguridad! Debemos recordar que las manos del Señor llevan las cicatrices que testifican de su amor por nosotros al ir a la cruz y morir por nosotros para luego resucitar y darnos vida eterna. Quienes osen rechazar este amor deben tomar en cuenta esta advertencia: "¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!" Heb. 10:31. Es mejor experimentar el toque amoroso de la mano de Dios para recibir la salvación ahora antes de tener que efrentar las manos suyas despachando a los incrédulos al lago de fuego.