LLa icredulidad lo separa del milagro
"Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrederor, enseñando" Marcos 6:5-6.
En Marcos 6:5-6 la Biblia cuenta que cuando Jesús pasó por Nazaret no pudo hacer milagros por causa de la incredulidad de la gente. Él no había perdido el poder ni la voluntad de manifestar lo mejor de Dios en ese lugar eran las personas que lo limitaron. Porque todo lo que Dios ha puesto disponible para cada uno de sus hijos, siempre está allí. La diferiencia entre los que lo reciben y los que no lo reciben es la fe o la incredulidad que hay en el corazón de ellos.
Usted no tiene que limitarlo con cuestionamientos, razonamientos y una mente carnal, tiene que creerle completamente diciendo: Dios lo dice yo lo creo. No le de lugar a la icredulidad porque lo separa del milagro.
Fijese que Jesús se asombró de la incredulidad de ellos. Así cómo se agrada en la fe, se asombró en la incredulidad. En otras oprtunidades había sanado multitudes y la Palabra dice que sanó a todos los enfermos. Ellos creían que recibirían el milagro. Pero en esta ocasión pudo sanar sólo a unos pocos que creyeron en Él aunque no lo diga expresamente la Palabra. Los que no creyeron, no recibieron.
Mientras vaya alimentando su vida interior con la Palabra de Dios y vaya renovando sus pensamientos cambiará el punto de vista de las cosas. Al ponerse del lado de Dios, empezará a ver las cosas desde el punto de vista de Dios y no de la gente o de la mente natural. Del lado de Dios su vida está completa. Dios lo ve sano, salvo, saludable, fuerte, y próspero. Facilítele la tarea a Dios de aquello que Él ve completo en ud.. Permita que se haga realidad en su vida. No lo arruine con la duda o la incredulidad.
Por eso Pablo y Silas usaron su boca para orar, declarar, cantar, y bendecir a Dios en vez de dudar o tener temor, y toda la gente vio en ese lugar que Dios intervino. Hizo algo grande y empezaron a cambiar las cosas.
Cuando habla las cosas que Dios habla, las hace suyas y esa palabra se empieza a manifestarse con poder. Ud. comenzará formar un mañana de bendición y un futuro de victoria. Tiene que mirar bien lo que habla para empezar a cambiar sus circunstancias. Hable lo que Dios habla. Ponga en acuerdo con la Palabra de Dios su manera de pensar y su manera de hablar y cambiará y fluirá en la abundancia de su corazón.
No deje que sus hijos se llenen de información de este mundo terrenal, natural que los atemoriza, los llena de cosas negativas y dudosas, háblele ud. antes de que le hable el mundo. Lo que ud. plante hoy ellos van a formar unmañana de gran bendición y un futuro de gran victoria formando familias benditas.
Oración: Padre, no dejaré que el milagro que tienes preparado para mi vida se pierda por incredulidad. Hablaré a mis hijos de lo que tu hablas y sé que mis generaciones serán bendecidas por ellos. Gracias por darme todo para manifestar los cielos en la tierra. En el nombre de Jesús, amén.