PUEDES VENCER LA TENTACION
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podáis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 1 Corintios 10:13 (RVR 1960).
En el capítulo 10 de la primera Epístola a los Corintios, el apóstol Pablo repasa la historia del pueblo de Israel y de sus repetidas caídas. En el versículo 11 dice que “todas estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros”, y antes de entrar en el texto de hoy, les dice que sería bueno (vers. 12) que pensáramos un poco en nuestra situación para no sufrir los mismos reveces del pueblo de Israel; pero que en todo momento tengamos presente que no existe tentación mayor de la que podamos soportar.
La tentación es una ley de esta vida. El enemigo vendrá con el objetivo de herirnos, o hacernos desconfiar de Dios, o hacernos caer. El objetivo final del enemigo es separarnos de Jesús, porque lejos de la salvación estamos perdidos, separados de la vida estamos muertos.
Desconectados de la Justicia es inútil todo el bien que tratemos de hacer por cuenta propia.
¿Estás pasando por una situación financiera crítica? Recuerda que el enemigo quiere separarte de Jesús
. ¿Perdiste a un ser querido de manera cruel e incomprensible? ¿Sientes ganas de maldecir el nombre de Dios porque no te protegió?
Recuerda, el enemigo quiere que hagas eso. Él quiere que desconfíes de Jesús, que pienses que no vale la pena ser cristiano en la hora de las dificultades, que parece como que el Señor no está ni un poquito interesado en tu problema.
¿Estás atado a algún hábito que quieres dejar? ¿Existe en tu vida alguna situación pecaminosa que te atormenta y de la cual no puedes salir? Mira el texto de hoy:
“Fiel es Dios, que no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla”.
¿No es una promesa maravillosa?
Yo sé que en la hora del sufrimiento, de las lágrimas, de las dificultades y de las tentaciones el ser humano se siente como si estuviera solo. Pero la promesa está ahí
. Mira a Job, que se levantó del polvo. Piensa en Daniel, que salió ileso de la cueva de los leones. Medita en Juan, solo en la isla de Patmos y viendo el rostro de Jesús.
Recuerda a María Magdalena, que conoció lo que realmente era la tentación. Piensa en las tendencias que la arrastraban hacia abajo y en cómo encontró poder a los pies de Jesús. ¡Tú también puedes ser victorioso ahora!
Dios te bendiga,