Entonces vi que el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de
los cuatro seres vivientes decir con una voz como de trueno: «¡Ven!»
Miré, y vi un caballo blanco. El que lo montaba tenía un arco y le fue dada
una corona, y salió venciendo y para vencer. Cuando abrió el segundo sello, oí
al segundo ser viviente, que decía: «¡Ven!»
Salió otro caballo, de color rojizo. Al que lo montaba le fue dado poder para
quitar la paz de la tierra y hacer que se mataran unos a otros. Y se le dio una
espada muy grande. Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que
decía: «¡Ven!»
Miré, y vi un caballo negro. El que lo montaba tenía una balanza en la mano.
6 Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: «Dos libras
de trigo por un denario y seis libras de cebada por un denario, pero no dañes el
aceite ni el vino». Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser
viviente que decía: «¡Ven!»
Miré, y vi un caballo amarillo. El que lo montaba tenía por nombre Muerte, y
el Hades lo seguía: y les fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra,
para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la
tierra.
Apocalipsis 6:1-8
Conforme con la explicación más convencional, la aparición de
estos jinetes oficialmente dan inicio a la Gran Tribulación. Estos cuatro
jinetes representan lo siguiente:
1. El jinete del caballo bermejo o rojo es el símbolo de
la guerra o del conflicto. Esto ha sucedido a través de la historia de la
humanidad, por lo que es de suponer que este "espíritu" ha estado siempre con el
hombre.
2. El jinete del caballo negro es un símbolo de la
crisis económica. El denario mencionado en el versículo 6 se refiere al jornal
diario de un trabajador, quien compraría normalmente ocho veces la cantidad de
cebada en esas condiciones. El aceite y el vino tal vez representan lujos.
3. El jinete del caballo amarillo representa las
enfermedades y la muerte. Esta es la razón de la mención del Hades, que es la
palabra por tumba e infierno usada en estos tiempos. Nótese que la devastación
causada por las enfermedades se ve como limitada, ya que solamente la cuarta
parte de la población se verá afectada.
4. El jinete del caballo blanco muchos lo ven como a un
contrincante de Cristo que cabalga para ganarse la adulación la sumisión del
mundo.
Algunas interpretaciones ven al jinete del caballo blanco como
a Cristo, que durante la gran tribulación viene y se mueve triunfalmente en
medio de su iglesia durante los agonizantes acontecimientos que suceden,
venciendo a través de la gran tribulación y para vencer sobre todo al final. Sin
embargo, esta interpretación carece de bases escatológicas.
Note que en el versículo 2 se nos dice: "Miré, y vi un
caballo blanco. El que lo montaba tenía un arco y le fue dada una corona, y
salió venciendo y para vencer.". Es importante que entendamos
literalmente lo que dice este versículo. Al jinete de este caballo le fue dada
una corona, no la corona. La corona verdadera, la corona única, la
corona exclusiva es la de nuestro Señor Jesucristo. Pero a este le fue dada
"una" corona, de entre muchas otras.
En segundo lugar, note que dice que el que montaba el caballo
tenía un arco. Pero... ¿Cuán efectivo puede un guerrero ser con un arco, PERO
SIN FLECHA! De igual manera que la Biblia describe a Satanás al decirnos que
"anda como león rugiente", (note la palabra "como", no dice que es un león, sino
que anda como un león), mientras que a Jesús se le describe como EL LEÓN de la
Tribu de Judá, de esta misma forma a este jinete tiene apenas un arco, pero sin
flecha. En otras palabras, puede hacer y causar estragos, pero no puede vencer.
El único vencedor real será nuestro Cristo, cuando al final de
la Gran Tribulación regrese con sus santos (¡Nosotros!) a poner en práctica el
gobierno milenario más justo y equitativo que la raza humana alguna vez haya
experimentado.
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