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La ley de la siembra y la cosecha
"Y estos son los que fueron sembrados en buena tierra; los que oyen la Palabra y la reciben, y dan fruto al treinta, al sesenta, y al ciento por uno." Marcos 4:20.
La ley principal del reino de Dios es: siembra y cosecha. Así es el reino de Dios dijo Jesús en Marcos 4, cómo un hombre que salió a sembrar, durmió, se levantó y vio que la semilla que había sembrado produjo planta, espiga, grano, y luego cosecha. La siembra produce cosecha de gloria para ud.
Si ud. siembra una semilla va a crecer. No se tiene que poner a orar y rogar que la semilla germine de la mañana a la noche, tiene que creer. Va a crecer porque tiene la vida dentro. Usted no sabe cómo, pero si sabe que Dios da el crecimiento. Lo único que tiene que tiene que ir haciendo es moverse con fe, pero tembién moverse en los principios que van a producir en su mañana. Pude orar por un terreno para que crezca maíz, pero si no lo plantó, no va a crecer nada, sólo va a ver pasto. Nuestro Dios hace cosechas grandes a favor de nosotros, pero no es nuestro camino el de andar de problema en problema y recibir de vez en cuando un milagro, sino que vamos por un camino que vamos de gloria en gloria y en ese camino hay un aparte que nos toca hacer a nosotros: sembrar. Habrrá adversidades en el camino pero va a triunfar sobre ellas porque ud. siembra a otro nivel.
Recuerde que una persona de excelencia depende de su siembra para cambiar su futuro y que su confesión de fe es una semilla poderosa también. La seguridad que nos da esta ley es que cada vez que sembremos tendremos una cosecha. Lo único que tiene que hacer ud. es poner la semilla en buena tierra y cuidarla cada día. Pero nada más. Ud. no es el que hace crecer la planta, esa es la parte de Dios.
Esta ley funciona en lo natural y en lo espiritual. Siembre semillas de fe y riéguelas con confesiones de fe que tiene de la Palabra de Dios. Pruebe esta ley en cada área de su vida y verá que funcionará treyéndole cosecha.
Oración: Padre, gracias por hacerme conocer esta ley por la cuál funciona tu reino. Ahora me moveré en ella y me convertiré en un sembrador fiel. Sé que obtendré grandes cochesas. Lo creo, en el nombre de Jesús, amén.
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