El impacto que se pudiera dar en nuestra mente a través de esa motivación a creer lo que no es, es de suma importancia, ya que del resultado de ese impacto mental, depende el "éxito o fracaso" entre paréntesis, de esa motivación, pero, ¿ qué tiempo durará?, pues con " suerte ", entre paréntesis también, dure lo suficiente según la capacidad mental de cada individuo para retenerla y opere en él cambios que en verdad le hagan pensar que funcionó, solo que, después de transcurrido cierto tiempo, se da cuenta de que nuevamente vuelve a caer en las mismas situaciones de antes, y es entonces que se siente burlado y defraudado por lo que creyó que era y no fue. Sin embargo, es posible que vuelva nuevamente a recurrir a la misma solución y que al obtener los mismos resultados anteriores, se vuelva hasta en contra de lo que ha creído; y todo esto por no querer abrir su mente al discernimiento espiritual de la Palabra de Jesús contenida en el Nuevo Testamento.
Estas reflexiones, tal vez le despierten a usted, la consciencia de la imagen y semejanza que tiene con Dios para encontrar el camino de la felicidad, la paz y tranquilidad que ha buscado sin conseguirlo plenamente, esto, provocado por haberse introducido en senderos que le han hecho creer ser y estar mejor, sin que realmente así sea.
Aquí en este espacio, es posible que encuentre usted la manera de integrar completamente y sin reservas a su ser trínito semejante a Dios en la forma correcta según el Nuevo Testamento de Las Sagradas Escrituras, es decir: integrar y fundir su cuerpo en identidad con el cuerpo de Cristo; Integrar y fundir su espíritu con el Espíritu de Jesús, mismo, que se encuentra integrado y fundido con el Espíritu Santo de Dios, integrar y fundir su mente a través de su alma a la Mente y a la Voluntad de Dios, y así de esta manera, todos los componentes de su ser trínito se unan, se integren y se fundan en forma armoniosa y rítmica para que por medio y a través de esta unión, se logre lo que anhelamos todos como seres humanos hechos a imagen y semejanza de Dios: vivir sin carencias de nada y en abundancia de todo lo positivo, espiritual y material, viviendo nuestra existencia basada en el orden y propósito de Dios para el hombre, y que por razón de lo mismo, vivir una existencia feliz y en paz con Dios y con todos nuestros semejantes.