¿Hay esperanza?
Hace varios años un submarino se hundió con toda su tripulación a la altura de
la costa atlántica de América del Norte. Cuando al fin la nave fue encontrada, se
enviaron buzos para evaluar los los daños y la posibildad de rescatar los restos
del naufragio. Cuando los buceadores se acercaron al casco de la nave, fueron
sorprendidos por un golpeteo en código Morse. Era evidente que alguien estaba
vivo en el interior del submarino. El mensaje era una pregunta desesperada
contra las paredes de la tumba de acero: ¿Hay esperanza? ¿Hay esperanza?.
Usted y yo nos hacemos la misma pregunta cuando debemos enfrentar un
problema particular o cuando una tragedia nos toca de cerca, Después de todo,
¿Quién está totalmente libre del inmenso dolor de perder a un ser querido, de
la frustación del desempleo, de la angustia de un hogar destrozado o de otras
muchas dificultades con que nos enfrentamos en la vida? Nos sentimos
sumergidos y atrapados por el peso de las circunstancias hy preguntamos: "¿Hay
eperanza? ¿Hay realmente esperanza para solucionar este problema? A menudo
en tales circunstancias recordamos las palabras de Romanos 8:28, "Y sabemos
que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propósito son llamados".
Debemos notar que Pablo no dijo: "Compredemos cómo todas las cosas ayudan
a bien" , sino que dijo:"sabemos que ayudan a bien" Esta promesa es un ancla
segura cuando las tormentas de la vida golpean sin piedad contra nosotros.
El apóstl Pablo había reclamado esta promesa muchas veces, aun antes de
escribir su carta a los Romanos. Él sabía lo que sufrir penurías, persecución,
soledad, indifreencias, traiciones, enfermedades, pedradas, mediten por favor en
sus palabras en Filipenses 4:6-7, "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas
vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego en acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo endendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús".
Presenten ante Dios sus necesidades y después no dejen de darle gracias por sus
respuestas. Haciendo eso sabrán uds. lo que es la paz de Dios, la cual es tan
extraordinariamente maravillosa que la mentehumana no podrá jamás entender.
Su paz mantendrá sus pensamientos y su corazón en la quietud y el reposo de la
fe en Jesucristo.
Cuando las tormentas de la vida parecen abrumadoras, Dios quiere que
experimentemos su perfecta paz. "Pero Tú Señor, eres mi escudo protector, eres
mi gloria, eres quién me reanima" Salmo 3:3.
|