Mirar con buenos ojos
“No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”
2 Corintios 4:18
¿Sabía que su padre Celestial piensa lo mejor acerca da usted? Cuando Dios dio a su Hijo, que era lo mejor, le dio valor a su vida. Entonces nosotros tenemos que valorizar a la gente a nuestro alrededor. Nunca debe decir, este es un borracho, este es un perdido, este se droga, hay que amar a la gente porque son personas y Dios las creo. Si se equivocaron de camino y fueron para otro lado tienen que tener la oportunidad que tuvimos nosotros de recibir a Jesucristo, el amor de Dios y la vida cambiada. Yo he visto personas que eran incambiables humanamente, pero Dios las cambió porque le creyeron al Señor y le creyeron a la Palabra de Dios.
Entonces lo que le quiero dejar hoy como enseñanza es que usted tiene que ver a todos sus familiares, por la fe, ya caminando en la Palabra de Dios, en el Reino de Dios bajo la bendición de Dios y llenos de su gloria. Tiene que mirarlos no, con los ojos naturales, sino con los de la fe. Eso es mirarlos con otros ojos, mirarlos como los mira Dios. De esa misma forma nos mira a nosotros. El nos elevó de nivel. Ahora que estamos en el reino de Dios y estamos aprendiendo los principios de sabiduría tenemos que aplicarlos con fe. Eso va a modificar toda nuestra manera de hacer y ver las cosas.
Recuerde que Dios le dio una voluntad para que pueda elegir. Tiene esa libertad. Por eso tiene que tener mucho cuidado con lo que elige porque puede ser lo mejor o lo peor. Pero si usted tiene la sabiduría de la Palabra entonces sabrá elegir muy bien. Usted tiene que ser sabio para ir haciendo lo mejor para Dios, para ir hablando y repartiendo lo mejor.
En esta oportunidad lo animo a que cambie su manera de ver a los demás. Si tiene un compañero de trabajo pesimista, que se enoja y protesta por todo, comience a verlo como una persona alegre y de fe. Háblele siempre en fe, con alegría y trasmítale el amor de Dios por sobre todas las cosas. Si su esposo/a, hijo/a todavía no forma parte de la familia de la fe, comience a declarar que es un hijo/a de Dios y véalo sentado en la iglesia. Eso es mirar con fe.
Oración: Padre gracias por mirarme con fe. Hoy entendí que de esa misma manera debo ver a los demás. Comenzaré a verlos con tus ojos y sé que ellos te verán a ti a través mío. En el nombre de Jesús, amén.