Que esto que estás pasando parece que te derrumbará y no te levantarás.
Pero yo te he visto levantarte muchas veces, esta no será la excepción.
Sé también que tienes miedo, porque esto que estás enfrentando es totalmente nuevo. Te ha costado, pero lo has logrado, y lo que finalmente importa es que nunca te rindas.
Es normal que lo desconocido nos atemorice, pero la vida es una aventura y hay que desafiar los retos que ella nos presenta.
Pero quiero que siempre recuerdes, que no tengas porque sentir que estás abandonado, solo y a la derriba; porque para eso estoy a tu lado. Para apoyarte, secar tus lágrimas, llorar contigo, hacerte reír.
Este desierto no te secará, tú no te marchitaras. Florecerás como las flores en primavera.
La lluvia te salpicará de bendiciones.
No te olvides también de algo muy importante y es que tienes a Dios para auxiliarte.
Él te extenderá sus manos para levantarte, acariciarte y hacerte sentir su amor.
Aún cuando pienses que estás en el abismo más profundo, de ahí el te rescatará para que conozcas su gracia sublime y redentora.