La Biblia tiene un status, un patrón o un modelo a seguir, de tal
manera que su organización y funcionamiento sea siempre en
las condiciones más óptimas. Y no solo eso, sino que en verdad
pueda haber bendición y edificación espiritual para los creyentes.
No debemos olvidar también que el extremismo, siempre afecta,
por tanto, si en verdad queremos tener un culto espontáneo y
vívido, un culto que en verdad le agrade a Dios; debemos
asegurarnos de:
I. No traer en su persona, algún pecado o práctica pecaminosa,
no confesada a Dios.
Cuando esto sucede en algún miembro de la iglesia, afecta
grandemente al Cuerpo de Cristo. Porque el pueblo de Dios somos un
sólo cuerpo y por más "pequeña que sea la falta", afecta en gran
manera a la iglesia.
Y Dios exige, que sea quien sea dentro de su iglesia, sea solo un
miembro, o líder de la misma; cuando hay en su vida una práctica
de pecado debe ser confesada y desechada delante de Dios,
porque sin duda la iglesia va a ser afectada fuertemente de
manera espiritual. Porque el pecado trae consigo muerte
espiritual.
"Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es
vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" Rom.6:23. "Entonces
la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz al pecado;
y el pecado al ser consumado, da a luz la muerte" San.1:15.
Esa es la razón por la cual no hay ese culto lleno de la presencia
del Señor, con ese gozo que se quisiera tener, porque hay pecado
en nuestra vida y que nos impide proyectar a los demás, porque es
imposible compartir o dar algo que no poseemos.
"Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente"
Salmo 51:12. David había pecado, y por ello perdió la comunión con
Dios, y no solo eso; también perdió el gozo de su salvación, porque
así es el pecado, nos arrebata la comunión con nuestro Padre.
Y antes de entrar en la iglesia, debe despojarse de todo pecado
si su prioridad es ser bendecido y edificado.
II. Debemos tener en mente y corazón, la razón por la cuál nos
congregamos cada día de culto.
En nosotros debe existir la certeza del por qué nos congregamos.
¿Por qué se congrega usted?.
a) ¿Por qué sólo hay religiosidad en su vida?.
b) ¿Por el qué dirán?
c) ¿Por qué quizás hay una predicación el domingo y debemos estar preparados
por si nos cuestionan en ello?.
La única razón que debe imperar en los hijos de Dios, en su mente y corazón;
que la única razón es para honrar y glorificar a Dios por todo lo que ha hecho
hace y hará en nosotros. Por lo tanto, ese agradecimiento debe salir de lo
más profundo de nuestro corazón y por tal motivo y como consecuencia, habrá
el deseo de vivir en completa santidad delante de Dios.
Cuando venimos a congregarnos, nuestra mentalidad debe ser que venimos a
ofrecerle a Dios lo mejor de nosotros. Con alabanzas, con nuestras primicias
y ofrendas. Con nuestros diezmos y con nuestras ofrendas de amor, con
nuestras ofrendas de amor, con nuestras alabanzas.
III. Debemos asegurarnos que la Santa Trinidad está con nosotros.
Si esto no sucede en cada cristiano, entonces todo lo que se haga será
en vano, será hueco y sin sentido.
Asegurarnos que ella no está excluida por nuestro tecnicismo (No debemos
ser nosotros los que queramos tener el control de todo).
Dejemos que el Espíritu Santo haga la obra en nosotros, ser de un corazón
humilde y sencillo delante del Señor.
¿Pedimos la voluntad de Dios y la bendición para nuestras vidas cada vez
que vamos a encaminarnos a la casa de Dios?
"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo" Apocalipsis 3:20.