Dios envió al Cristo ascendido
"A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantando s Su Siervo,
lo envió para que los bendijese, a fin de que cada uno se
convirtiera de sus maldades" Hechos 3:26.
"Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté
con vosotros para siempre: el Espíritu Santo, al cual el mundo
no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros
le conocéis, porque permanece con vosotros, y estará en
vosotros. No os dejaré huérfanos; vengo a vosotros"
Juan 14:16-18.
Después de presentar a Cristo como el Sanador en muchos aspectos
Pedro presenta una conclusión en el versículo 26. Dios devolvió al
Cristo ascendido primeramente a los judíos al derramar sobre ellos
Su Espíritu el día de Pentecostés. Poe tanto, este es el Cristo a
quien Dios levantó y exaltó a los cielos. Cuando los apóstoles
predicaban a este Cristo, el Espíritu era ministrado al pueblo.
Cuando Pedro pronunció las palabras del versículo 26, el Siervo de
Dios ya había ascendido a los cielos y estaba todavía allí. No
obstante, Pedro le dijo al pueblo que Dios había enviado a Cristo
para bendecirlos. Dios lo envió al derramar el Espíritu. Así envió
al Cristo ascendido al pueblo. Así vemos que el Espíritu derramado
es el mismo Cristo ascendido. En la economía de Dios, y conforme
a la experiencia de Su pueblo, el Cristo ascendido y el Espíritu
derramado son uno solo; Cristo y el Espíritu son uno solo
para nuestro disfrute.
Pedro parece decir: "Dios lo envió a vosotros primeramente para
bendeciros. ¿Cómo lo envió? Él lo envió a vosotros primeramente
para bendeciros. Ahora vosotros necesitáis recibir a esta persona.
Él no está lejos de vosotros, Aunque Él está en los cielos en el
sentido económico, Él se encuentra entre vosotros como el espíritu
que fue vertido para bendeciros. Si invocáis Su nombre, recibiréis
Su persona, el Espíritu Santo. El nombre es Jesús pero la persona
es el Espíritu. Invocad el nombre del Señor Jesús y recibiréis
el Espíritu. Así obtendréis la bendición de Dios.