NO TEMAS
La sensación de temor no es algo nuevo, ya que ha existido por siempre.
A menudo hemos sentido temor por algo en particular, donde lo que a mí
me provoca temor, no necesariamente se lo provoca a los demás, así que
de alguna forma, el temor es algo que se presenta de forma muy
particular y en diversas circunstancias a nosotros mismos.
Quisiera hacer referencia al temor que nos provocan nuestros enemigos.
Cómo cristianos tenemos un poderoso enemigo que se llama Satanás,
este a través de otras personas se encarga de acecharnos y a veces de
atemorizarnos. Los cristianos frecuentemente nos vemos involucrados
en diversos enredos que atentan en nuestra seguridad es sus diferentes
formas, por ejemplo hay quienes temen perder su empleo, ser expulsados
de la escuela, terminar una relación amorosa, o de amistad, contraer una
enfermedad grave, son temores con los cuales nuestro enemigo
nos quiere someter para evitar que alabemos y adoremos a nuestro único
Dios vivo y real.
Mucha veces cometemos errores cuyas consecuencias pueden ser
funestas al grado que nos causan temor. Satanás trabaja con mucha
habilidad de forma que algunas veces nos enreda, en principio
haciendo que nosotros nos apoyemos en nuestra propia fuerza y en
nuestra propia prudencia dejándonos de la mano de Dios, así que de
repente cuando parece ser demasiado tarde, al grado que pensamos
que Dios ya no puede hacer nada por nosotros.
Existe un dicho humano que dice: "palo dado ni Dios lo puede quitar"
esto es totalmente falso, ya que si bien es cierto que nuestra mente
finita no alcanza racionalmente a comprender como Dios puede hacer
desparecer una acción ya ejecutada, también es cierto que para Dios
no hay nada imposible. Así que hay dos pasajes bíblicos que nos
enseñan que Dios puede reparar nuestros errores y que no debemos
temer a Satanás pues Jesús está con nosotros.
"Fíate de Jehová de todo corazón, Y no te apoyes
en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus
caminos, y él enderezará tus veredas" Pro.3:5-6.
"No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes
porque yo soy tu Dios que te esfuerzo: Siempre
te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra
de mi justicia. He aquí todos los que se enojan
contra ti serán avergonzados y confundidos ; serán
como nada y perecerán los que contienden
contigo, y no los hallarás; serán como nada, y
como cosa que no es, aquellos que te hacen la
guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te
sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas
yo te ayudo. (Isaías 41:10-13).
Así que lo que debemos hacer, es aclamar a Dios con todo nuestro
corazón poniendo en Sus manos nuestros problemas y temor,
confiando que Él hará que las cosas cambien de forma que sea
vista su victoria en nuestra vida.