Si queremos entender lo que significa purificar nuestras almas por la
obediencia a la verdad, tenemos que entender claramente a qué se
refiere este versículo cuando habla de la verdad. La verdad aquí es la
verdad que santifica , la cual es la Palabra de realidad de Dios (Jn. 17:
17). La verdad en este versículo no significa doctrina; antes bien, la
verdad es la realidad contenida en la Palabra de Dios y transmitida
por medio de ella.
Por ejemplo, Juan 3:16 dice: "de tal manera amó Dios al mundo..".
Ésta es la Palabra divina. Sin embargo, esta palabra no debe ser para nosotros una mera doctrina, como lo es para muchos cuando leen
Juan3:16. Si leemos este versículo solamente como una doctrina, esto
indica que tenemos un entendimiento natural de Juan 3:16, tenemos
que tocar la realidad contenida en estas breves palabras, la cual es
transmitida por medio de ellas. De manera que cuando leamos: "De
tal manera amó Dios al mundo", debemos preguntarnos si realmente
hemos experimentado tal amor. Debemos decir: De tal manera amó
Dios al mundo. ¿la palabra mundo me incluye también a mí?.
Cualquier persona que lea Juan 3:16 será salva. Tal persona dirá: "Oh
Dios, cuánto te agradezco que la palabra "mundo" me incluye a mí. El
hecho de Tú ames al mundo significa que Tú me amas". Ésta es la
manera de recibir Juan 3:16 como verdad, como realidad, i no como
una mera doctrina.
En 1Timoteo 3:15 se afirma que la iglesia es la casa del Dios viviente.
Aunque este versículo contiene doctrina, no debe ser para nosotros
una mera doctrina; antes bien, lo que pablo nos dice aquí, respecto a
que la iglesia es la casa del dios viviente, debe ser una verdad, una
realidad, para nosotros. Debemos preguntarnos: "¿Es la iglesia en mi localidad la casa del Dios viviente?. Si leemos este versículo de esta
manera, tocaremos la verdad, la realidad, que se halla en la Palabra
de Dios y que nos es transmitida por medio de ella. No sólo debemos
recibir la doctrina por de la Palabra de Dios, sino también tocar la
realidad hallada en ella.