Salvos por Gracia
Si yo no estoy bajo la ley puedo decir que he superado a la Bestia
que vive en mí. Sin embargo esta afirmación no niega que la Bestia
(el hombre de pecado, el hijo de perdición), este todavía presente
en mis miembros, pero ella esta "muriendo diariamente". Ella
decrece mientras que Cristo está creciendo día a día en mi nueva
vida.
Durante muchos años no podía hacer esa afirmación. El pecado
tenía el dominio. Simplemente no es el caso. Se trata de un
proceso mediante el cual uno va creciendo (Cristo el nuevo Adán),
y el otro va menguando (la Bestia el viejo Adán). pero durante ese
largo proceso, ya no estoy dominado por la Bestia como lo fui en
tiempo pasado porque Cristo que vive en mí la ha vencido.
Simplemente ahora que conozco a Cristo puedo decir en confianza
que, aunque no estoy libre de pecado, el pecado ya no tiene dominio
sobre mí, porque ya no estoy bajo la ley, sino bajo la gracia.
Hemos entrado es su reposo, ya no más obras ni sacrificios. Ya no
estamos bajo la ley. La ley no tiene poder sobre nosotros, si
pecamos abogado tenemos ante el Padre. Hemos sido liberados, ya
no somos esclavos de la ley, de la justicia según este mundo.
Usted no tendrá que rendir cuentas a nadie, (sólo a Dios) es libre,
por el contrario, seremos nosotros quienes juzgaremos este
mundo, nadie escapará del fuego consumidor (fuera de Su Amada).
No se deje engañar por los falsos maestros y las falsas doctrinas,
por los lobos disfrazados de ovejas.
No se culpe de nada, sea libre, está bajo la gracia, no bajo las
obras de la ley, ser bueno no es malo, pero no será salvo por ello,
el pecado ya no tiene poder para matarle, ha pasado de muerte a
vida, por el solo hecho de creer y dejar que la gracia de Dios viva
en usted.
El éxodo espiritual es el proceso mediante el cual cada uno de los
elegidos, pasa de la esclavitud de las tinieblas a la libertad
gloriosa de los hijos de Dios. De Egipto a tierra prometida.
La gracia es el trabajo de Cristo en usted, sus obras no cuentan.
Ha entrado en Su reposo.
La carne y la sangre de nada aprovechan, todos hemos de
experimentar la muerte física, pero no sólo la física, la mente
carnal ha de morir también. El grano debe caer en tierra y
morir. Es a través de la muerte que la vida (Cristo) saldrá
triunfante.
"pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley
de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que
está en mis miembros" Romanos 7:23.
"y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento,
con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo
como a uno mismo, es más que todos los holocausto y
sacrificios". Marcos 12:33.