Salvación
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe" Efe. 2:9.
En Lucas 18:9-14 encontramos una de las parábolas que Jesús contó
a sus discípulos. Trata de dos hombres un fariseo y un publicano. EL
primero era lo mejor entre los hombres: un religioso y el otro el peor
de todos: un ladrón y estafador. Sin embargo, la enseñanza de Jesús
declara que el malo fue justificado mientras que el bueno fue
condenado.
El término justificado significa declarado sin culpa. Observemos que el
hacía buenas obras, guardaba la ley, diezmaba, era casi perfecto.
¿Por qué entonces fue condenado? ¿Qué nos que para aquellos que no
somos tan buenos como él? Sucede que las buenas obras no nos
pueden salvar, no nos puede hacer aceptos ante un Dios tres veces
santo. Las buenas acciones, la obra social que hagamos, lo generosos
que seamos deben ser consecuencia de nuestra nueva vida en Cristo,
pero no nos aportan la salvación.
El único camino para ser salvos es Cristo Jesús. Él es el único puente
que nos puede unir con el Padre. Pero para poder acceder a la salvación
necesitamos hacer lo que hizo el hombre de esta parábola que era malo:
se humillo, reconoció su pecado y clamó por misericordia. Y Dios le
otorgó la salvación gratuitamente como ha prometido otorgárnosla a
nosotros.
Cuando reconocemos que somos pecadores, que merecemos el castigo
aceptando que Jesús tomó nuestro lugar y pagó por nuestros pecados,
el cielo abrirá sus puertas para recibirlo. El Padre escribirá su
nombre en el libro de la vida, los ángeles descenderán para protegerle
y cuidarle y el Espíritu Santo hará morada en su corazón para guiarle a
toda verdad.
Le invito hoy a acercarse al trono de la gracia, aceptando lo que Él
hizo en la cruz por usted y por mí, a fin de poder experimentar el
gozo de la salvación. Si ya es una persona salva, entonces abra sus
labios para dar gracia a Aquel que lo sacó de las tinieblas y le trajo
a su luz admirable. dedique este día para bendecir a alguien a
encontrarse con Jesús porque si ayudamos a otros. Dios se encargará
de ayudarnos a nosotros.