"Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los
hijos de Dios" Romanos 8:19.
"Porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción,
a la libertad gloriosa de los hijos de Dios" Romanos 8:21.
Leamos el versículo 19: "Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar
la manifestación de los hijos de Dios". Aquí se puede decir también "la revelación o apariencia de los hijos de Dios". Todos somos hijos de Dios (los que hemos
aceptado a Jesús). Ya mencione que si nosotros dijéramos a la gente de la calle
que nosotros somos hijos de Dios, ellos pensarían que estamos locos. Dirían:
"Mírate a ti y mírame a mí. ¿Cuál es la diferencia entre nosotros? Ambos somos
seres humanos; tú no eres nada diferente a mí; simplemente eres otra persona.
¿Por qué entonces dices que eres un hijo de Dios?.
Sin embargo, se acerca el día cuando los hijos de Dios serán manifestados. En
ese día no será necesario proclamar: "Desde ahora en adelante somos hijos de
Dios", porque en ese entonces todos seremos glorificados; estaremos en la
gloria seremos designados como hijos de Dios por Su gloria. Entonces todos
tendrán que reconocer que somos hijos de Dios. Ellos dirán: "mira a esas
personas tan llenas de gloria. ¿Quiénes serán? Deben ser los hijos de Dios". No
será necesario decir nada, pues seremos designados por nuestra glorificación.
Toda la creación está en espera de esto atentamente, porque la creación
aguarda con anhelo la manifestación de los hijos de Dios.