par Los dones de la gracia divina
"De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos
es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe"
Romanos 12::6.
"Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como
buenos administradores de la multiforme gracia de Dios" 1Pe.4:10.
Debe ser grabado en nosotros el hecho de que en Romanos 12 los dones
de hablar en lenguas, de interpretación de lenguas, de sanidad y de
milagros no fueron mencionados. tales dones son milagrosos, pero en
Romanos 12 únicamente encontramos los dones de la gracia divina. Un
ejemplo de un don milagroso es el hecho de que un asna de Balaam
hablara en lenguaje humano. Aunque el asna no poseía la vida humana,
habló en lenguaje humano. Indudablemente eso fue un don milagroso.
Los dones mencionados en Romanos 12 no son dones milagrosos; al
contrario son dones de la gracia divina. Al disfrutar a Dios como vida y al
crecer en vida, descubrimos que a la medida que la vida en nosotros
crece, adquirimos ciertas habilidades o capacidades crecen. Ésta es la
razón por la cual decimos que estos son dones de gracia en la vida
divina.
Consideremos a un niño recién nacido. Desde el momento en que nace
el niño, ya tiene todos los órganos para poder vivir. Sin embargo son
pocos los órganos que funcionan bien al 100x100 en el momento del
nacimiento, porque al niño le falta desarrollarse y crecer en vida. Cuanto
más su madre lo alimente, más el niño crecerá. Después de algún tiempo,
el niño será capaz de andar, y después de otro periodo, aprenderá a
hablar. Finalmente, llegará a la madurez, y todos sus talentos habrán
sido completamente cultivados, lo cual dará por resultado que él podrá
utilizarlos prácticamente. Cuando haya madurado, tendrá todas las
habilidades requeridas, y estos son los dones que provienen del
crecimiento en vida. Esto es lo que el apóstol Pablo quería decir con
respecto a los dones en el capítulo 12 de Romanos.
Pastor Jaime Batista Cortes |