Atar al hombre fuerte para saquear su casa
"Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar
fuera a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, este reino no
puede permanecer. Y si una casa está dividida contra sí misma, esta casa no
puede permanecer. Y si Satanás se levanta contra sí mismo, y se divide, no
puede permanecer, y ha llegado su fin. Ninguno puede entrar en la casa de
un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá
saquear su casa" Marcos 3:23-27.
Las palabras del Señor indican que Satanás no sólo tiene una casa, sino
también un reino; su casa es una casa de pecado (1Juan 3:8-10) y su
reino es un reino de tinieblas (Col. 1:13). Los pecadores pertenecen tanto a
la casa de Satanás como a su reino. Los demonios forman parte de dicho
reino y poseen a la gente para él mismo. Satanás es el príncipe de este
mundo (Jn. 12:31) y el príncipe de la potestad del aire (Efe. 2:2). Tiene su
autoridad (Hch. 26:18) y sus ángeles (Mt. 25:41), los cuales son sus
subordinados como principados, potestades, y gobernadores de las tinieblas
de este mundo (Ef. 6:12). Así que, él tiene su reino, la potestad de las
tinieblas (Col.1:13).
Ya vimos que Satanás tiene una casa y un reino. Su reino está en contra del
reino de Dios, y su casa en contra de la casa de Dios. Los bienes (v.27) se
refieren a los pecadores retenidos en la casa de Satanás para su reino. El
Salvador ató a Satanás, el hombre fuerte, y entró en su casa para saquear
sus bienes, los pecadores, a fin de que éstos, por la regeneración, fueran
introducidos en la casa de Dios (Efe. 2:19) para Su reino (Jn. 3:5). Esto
indica que mientras el Salvador el servicio evangélico (La Cruz), ataba al
hombre fuerte, a Satanás, y destruir su reino de tinieblas, condenado está,
falta aplicar la sentencia.
Pastor Jaime Batista Cortes
|