Los dos aspectos del Espíritu
"Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre Él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia" Lucas 3:21.22.
Después de que Juan el Bautista hubo bautizado al Señor Jesús, Dios el Padre envió a Su Espíritu Santo sobre este hombre bautizado. Por lo tanto, el Espíritu de Dios descendió sobre un hombre a quien se le dio fin y sé le sepultó con el fin de investirle del ministerio viviente para Dios.
La concepción de Jesús por el Espíritu Santo en Lucas 1:35, es el aspecto esencial y se relaciona con el ser divino, la persona divina, de Jesús. La esencia del elemento divino del Espíritu Santo en la concepción de Jesús es inmutable e inamovible. Sin embargo, aquí el descenso del Espíritu Santo sobre Jesús es el aspecto económico y se relaciona con el ministerio, la obra de Jesús. El poder del Espíritu Santo para el ministerio de Jesús le puede ser quitado (4:1, 14, 18; Mt.12:28) según la naturaleza de la necesidad. Fue en esta forma que Dios desamparó a Jesús y lo dejó cuando Él llevaba el peso de los pecadores, al morir por ellos en la cruz (Mt. 27:46).
Por consiguiente, con el Señor Jesús existe la cuestión de Su persona y la cuestión de Su ministerio. Él tenía para Su persona, el Espíritu Santo como Su esencia intrínseca desde el momento de Su concepción. Por treinta años el Señor Jesús vivió en la tierra por medio del Espíritu Santo como la esencia intrínseca de Su persona. Después, a los treinta años de edad apareció para obrar, para ministrar, para llevar a cabo su cargo. El Señor Jesús necesita al Espíritu Santo de una manera más extensa para Su ministerio, no en el aspecto esencial sino en el aspecto económico. Después de que bautizó, el Espíritu Santo descendió sobre Él, en forma corporal, como paloma. Así el Espíritu Santo descendió económicamente sobre el Señor para que llevara a cabo la economía de Dios mediante el ministerio del Señor.