TRATABAN MAL AL PASTOR
Un
pastor se quejaba amargamente con un predicador visitante, contándole
acerca de la forma en que era tratado por su congregación. Luego de escucharle durante un rato, el predicador le dijo:
--¿Le han escupido en la cara alguna vez?
--No, hasta ese punto no han llegado.
--¿Le han azotado?
--Tampoco
--¿Le han coronado de espinas?
Ya esta última pregunta el hombre no la contestó. Y su visitante prosiguió: --A su Señor y al mío lo trataron de esa manera, y sin embargo, “no abrió su boca”.