Al
principio vi a Dios como mi observador, mi juez, tomando nota de todas
las cosas que hice mal, como para saber si merecía el cielo o el
infierno cuando muera. El estaba allí para sortear como un presidente.
Reconocí Su foto pero realmente no le conocía. Pero más adelante, cuando
conocí a Cristo pareció como que si la vida fuera como andar en
bicicleta. Pero era como una bicicleta tándem, y vi que Cristo estaba
atrás ayudándome con el pedal.
No
se cuando fue que El sugirió que cambiáramos los lugares, pero la vida
no parece ser la misma desde entonces. Cuando yo tenía el control, sabía
el camino. Era un poco aburrido y predecible. Era la distancia más
corta entre dos puntos. Pero cuando el tomo las riendas, El sabía de
caminos largos placenteros por las montañas y a través de lugares
rocosos a velocidades tremendas, era el único en quien me podía
sostener! Aun cuando parecía una locura, El me dijo, "Dale al pedal!"
Me
preocupé y estaba ansioso y pregunté, "¿A dónde me llevas?" Se rió y no
me contestó, y comencé a aprender a confiar. Me olvidé de mi vida
aburrida y le entré a la aventura. Y cuando yo decía, "Tengo miedo" El
se recargaba y tocaba mi mano. Me llevó a la gente con regalos que yo
necesitaba, regalos de sanidad, aceptación, y gozo. Ellos me dieron
regalos para llevar en mi jornada, la de mi Señor y yo. Y nuevamente nos
íbamos. El dijo, "Regala los regalos; son bagaje extra, mucho peso."
Así lo hice con la gente que conocíamos, y encontré que en mi dar yo
recibí, y aún nuestra carga era ligera.
No
le tuve confianza, al principio, en el control de mi vida. Pensé que
chocaríamos; pero el conoce secretos de bicicletas. Sabe como hacerla
doblar en las esquinas y curvas difíciles, sabe como saltar a rocas
grandes y limpias, sabe como volar para acortar los caminos tenebrosos. Y
ahora estoy aprendiendo a callarme y darle al pedal en lugares
extraños, y comienzo a disfrutar del paisaje, y de la brisa fresca en mi
cara, con mi grato compañero constante, JESUCRISTO.
Y cuando estoy seguro de que ya no puedo más, solo sonríe y dice.... "Dale al pedal".
Autor Desconocido