LOS DESIGNIOS DEL SEÑOR
Un soldado anónimo escribió lo siguiente hace casi un siglo:
Pedía a Dios que me hiciera fuerte para sobresalir… me hizo débil para que aprendiera a obedecer humildemente.
Pedí ayuda para hacer obras más grandes… se me dieron dolencias para hacer obras mejores.
Pedí riquezas para obtener la felicidad… se me dio pobreza para que fuera prudente.
Pedí de todo para poder gozar de la vida…se me concedió la vida para que gozara de todo.
No recibí nada de lo que pedí… pero sí todo lo que podía esperar.
A despecho de mí mismo, fueron oídas mis oraciones, Soy entre todos el hombre más bienaventurado.