Año 2008: ¿Han cambiado las cosas desde los días de Noé? Maldad, inmoralidad y violencia siguen reinando en la tierra.
He
aquí declaraciones de alguna gente:«Se deseaba un mundo mejor, se
soñaba con igualdad entre los pueblos».«¿Qué les ocurrió a nuestros
sueños de juventud? A pesar de los progresos técnicos, en todas partes
la guerra hace estragos y la diferencia entre países ricos y pobres
crece. Aun en los países más desarrollados, subsisten el desempleo y la
pobreza».«¡Cuántas desilusiones existen hoy en día! Progresos y
barbarie, democracia y tiranía, desengaños, derrumbe de las ideologías,
insumisión a las autoridades… Sin embargo, el individuo permanece
atraído entre el repliegue sobre sí mismo y la búsqueda de nuevas
verdades. El porvenir del mundo nunca dependió tanto de cada uno de
nosotros como ahora».«El hombre construye su presente y su futuro
terrenal sin dominar nada de su último destino. Aun cuando gracias a la
ciencia a veces consigue retrasar un poco la llegada de la muerte,
permanece inevitablemente mortal y desamparado ante su propia
existencia…».
Ante tal constatación, ¿cuál es la solución? El hombre
sin Dios no tiene ninguna esperanza. Éste es el único remedio que
propone Dios: la fe en Jesucristo y en su obra. “El que cree en el Hijo
(de Dios) tiene vida eterna” (Juan 3:36).
Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)