¿Sabemos lo que tenemos?
A un hombre le regalaron un par de guantes forrados de piel. Como vivía en un clima tropical y, por cierto, no necesitaba los guantes, los guardó en una gaveta y pronto se olvidó de ellos. De modo que no le servían porque no los usaba. Algún tiempo después le llamaron para que trabajara en una ciudad de clima frío y entonces se acordó de los guantes. Al fin encontraría uso para aquello que él consideraba un regalo sin utilidad.
Cuando metió la mano en uno de los guantes, sintió que algo impedía que el dedo pulgar se acomodara en su lugar. Para su gran sorpresa, lo que impedía era un billete de diez dólares enrollado. Revisó los otros dedos del guante y descubrió que en cada uno de ellos había un billete de cien dólares. Los billetes habían estado allí todo el tiempo, pero él no se había dado cuenta.
El Espíritu Santo está en la vida del creyente en todo momento. Pero el creyente debe depender de él. Sea usted lleno del Espíritu Santo y permita que su vida esté dirigida y dominada por él.
(( de la red))