La navegación celeste
El Señor… cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres.
Salmo 147:2-4
Procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.
Hechos 24:16
Los
barcos de antes conocían la navegación celeste, es decir, se orientaban
por medio de las estrellas. Pero, ¿Qué hubiese sucedido si cada noche
las estrellas tomasen una posición aleatoria? Ya no servirían como
puntos de referencia.
Así ocurre en el ámbito moral. Hay referencias
morales, pero no somos nosotros quienes las fijamos, sino Dios. Él las
ha establecido firmemente.
Hoy en día existen instrumentos cada vez
más perfeccionados, el GPS por ejemplo. Éste indica la posición precisa,
de noche como de día, de cualquier objeto. Igualmente sirve para guiar a
uno al destino deseado, por medio de satélites y de los mapas que
contiene.
Para guiarnos en este mundo tenemos una conciencia, y sobre
todo tenemos el libro de Dios, la Biblia, que nos revela sus
pensamientos.
Ningún navegante correría el riesgo de hacer caso omiso
de las señales que dan sus instrumentos indicadores de su posición
marítima, pues naufragaría. En el ámbito moral ocurre lo mismo. No tener
en cuenta lo que Dios dice es estar condenado al fracaso. Por lo tanto
es urgente dejar de querer decidir por nosotros mismos lo que es justo y
lo que está bien. Es necesario escuchar a Dios, leer su Palabra,
recibirla y vivirla. “La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de
Dios” (Romanos 10:17).
© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY