La verdadera paz
Sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego,
con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en
Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7
Martin
Luther King, pastor afroamericano (1929-1968), fue un gran defensor de
la paz y de los derechos del hombre, principalmente de los
afroamericanos. En 1964 recibió el Premio Nobel de la paz. Este
predicador de la no violencia fue asesinado a los 39 años. Escuchémosle
hablar de la paz interior que no depende de nuestras circunstancias,
sino de nuestra relación con Dios:
«Esta verdadera paz que sobrepasa
todo entendimiento es la tranquilidad que supera toda descripción y toda
explicación, la paz en la tormenta, la tranquilidad en medio del caos.
El apóstol Pablo, encarcelado y encadenado, cantaba alabanzas a Dios.
Los primeros cristianos se gozaban de haber sido tenidos por dignos de
sufrir por amor a Cristo. Una fe auténtica nos lleva a la convicción de
que más allá de la vida está la Vida. Incluso si morimos… Dios nos
llevará a una ciudad magnífica que preparó para nosotros. La existencia
del universo sería absurda si la muerte fuese una pasarela que conduce a
la nada a la humanidad. Por medio de Cristo, Dios quitó a la muerte su
aguijón. La muerte es una puerta abierta que nos conduce a la vida
eterna. La fe cristiana nos hace capaces de aceptar lo que no se puede
cambiar, de soportar los dolores más intensos sin perder la esperanza,
pues sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a
bien (Romanos 8:28)
Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY