La Biblia es realmente la Palabra de Dios (2)
La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos… y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12
El conjunto de la Biblia está caracterizado por la belleza moral de Aquel que, como Creador del Universo, se revela a sus criaturas y cuida de ellas. Les dio todo lo necesario en la naturaleza, y mediante ella les demuestra su existencia y su poder. Habló a los hombres con bondad mediante los profetas, a quienes no escucharon ni obedecieron. Tuvo que reprenderlos varias veces mediante severos castigos. Y él, quien prueba al justo y al malo (Salmo 11:5), tuvo que llegar a esta triste conclusión: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso” (Jeremías 17:9). La depravación y violencia de los hombres (Génesis 6:11) son puestas en contraste con la justicia y la bondad divinas. Dios no encubre el mal, pues quiere mostrarnos el horror de éste, pero siempre está listo para recibir a quienes se han apartado de Él. “No haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice el Señor… Reconoce, pues, tu maldad” (Jeremías 3:12-13). Aunque los hombres siguieron viviendo “tras la imaginación de su corazón” (Jeremías 9:14), Dios no los abandonó. Vino a visitarlos, haciéndose hombre entre los hombres para llevarles la gracia y la verdad, exponiéndose a su desprecio y a su odio. Se cumplió lo que había anunciado mil años antes de su venida: “Me devuelven mal por bien, y odio por amor” (Salmo 109:5). Por amor a sus criaturas Jesucristo, el Hijo de Dios, murió en una cruz para expiar sus pecados y convertirse así en el Salvador de todos los que creen en él.
Editorial La Buena Semilla,1166 PERROY (Suiza)
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