El bautismo del Espíritu inicia el ministerio de Jesús
"Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado;
y orando el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma
corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo
amado; en ti tengo complacencia" Lucas 3:21-22.
"El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados
de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la
cárcel" Isaías 61:1.
Lucas
3:22 dice que el Espíritu Santo descendió sobre el Salvador en forma
corporal como paloma. Antes de que el Espíritu de Dios decendiera y
viniera
sobre el Señor Jesús, Él había sido concebido por el espíritu santo y nació
de Él (Lc. 1:35). Esto demuestra que Jesús ya tenía el Espíritu dentro de Él
para Su nacimiento. Ahora, para Su ministerio, el Espíritu de Dios descendió
sobre Él. Esto fue el cumplimiento de Isaías 61:1 para ungir al Salvador-
Hombre y presentarle a Su pueblo.
Lucas 3:22 dice que el Espíritu Santo descendió en forma corporal como
paloma. Una paloma es dócil, y sus ojos sólo pueden ver una cosa a la vez.
Por lo tanto, la paloma representa docilidad y pureza en visión y propósito.
Por haber descendido el Espíritu de Dios como paloma sobre el Señor
Jesús, Él pudo ministrar con docilidad y con un sólo propósito, centrándose
únicamente en la voluntad de Dios.
En 3:22 también se nos dice que una voz vino del cielo diciendo: "Tú eres
Mi Hijo el Amado; en Ti tengo complacencia" Mientras el descenso del
Espíritu es el ungimiento de Cristo, el hablar del Padre atestigua que Cristo
es el Hijo Amado. Aquí tenemos un cuadro de la Trinidad Divina: el Hijo
está de pie en la tierra, el Espíritu Santo desciende sobre el Hijo, y el
Padre habla del Hijo. Esto Dmuestra que el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo existen simultáneamente.