Señal de alerta
Antes
del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de
espíritu. Mejor es humillar al espíritu con los humildes. Que repartir
despojos con los soberbios" Proverbios 16:18-19.
Este
es un tema serio y hay que evaluar nuestra vida a la luz de la Palabra
para asegurarnos que el orgullo no esté tomando lugar.
El orgullo es como el mal aliento, todos lo perciben menos el que lo tiene.
Muchos
cristianos se jactan de su humildad pero lo que tienen en realidad es
orgullo. Piensan que ellos siempre caminan bien, nunca se equivocan y
que por eso tienen la autoridad de poner en orden a los demás. En vez
de dejar que Jesús sea la cabeza, ellos intervienen . el trabajo. Emiten
juicios sobre todos y exaltan sus propias obras, muchas veces adornadas
con palabras de léxico cristiano.
Pero su caída es sólo cuesrtión de tiempo, 1 Pedro 5:5 dice: que Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.
El
Espíritu Santo lo ayuda lo ayuda a mantener el concepto correcto de sí
mismo. Humildad no es inferioridad, pero tampoco es arrogancia; es
pensar y actuar de acuerdo al pensamiento de Dios. Examínese, y
si ve actitudes de envanecimiento, pídale perdón a Dios. Recuerde que
todo lo que tiene es poe Su gracia, y si lo reconoce vendrá aún más.
Reordene
sus pensamientos, su carácter y deje que Dios lo ensalce cuando Él lo
crea hacerlo. Esto lo librará de caídas muy dolorosas que el enemigo
intentará utilizar en su contra.
Piense
de sí con cordura; usted llegará al éxito por su fe. Al caminar en
conformidad con Dios la unción correrá como ríos de agua viva por su
vida.