LA MADRE ORANDO
Ciertos turistas ingleses, deseando poseer unos ejemplares de ciertas flores que solamente debían encontrarse en lo más alto de un peligroso paraje alpino, prometieron una gran cantidad de dinero para quien fuese capaz de alcanzarlas.
Al día siguiente llegó ante ellos un joven muchacho con un ramillete de las flores deseadas: Maravillados por la valentía y decisión del joven, le preguntaron: “¿Y no tuviste miedo de despeñarte al fondo del espantoso precipicio?”
--No, señores, no tuve miedo. Mi madre es una pobre viuda y tengo dos hermanitos más pequeños. En mi casa pasamos mucha necesidad. Por eso, para ganar este dinero, me expuse tanto.
--Pero… ¿No tuviste miedo? ¿Cómo puede ser? --siguieron preguntándole. .
--Pues… porque mi madre es cristiana, y yo sabía que ella me ayudaba… estaba orando por mí.
((De l Red))