Cuadro perfecto de paz
Hace
mucho tiempo un hombre buscaba el cuadro perfecto de paz. No
encontrando uno que le satisfaciera, anunció un concurso para producir
esta obra maestra. El reto movió la imaginación de artistas por todos
lados, y los cuadros empezaron a llegar desde todas partes.
Finalmente
el gran día de revelación llegó. Los jueces descubrían los cuadros de
paz uno tras otro, mientras que los observadores aplaudían y gritaban de
alegría.
Las tensiones aumentaban. Solo quedaban dos cuadros por
descubrir. Mientras un juez quitaba la cubierta de uno, un gran silencio
cayó sobre la multitud. Un lago suave como espejo reflejaba el verde
ramaje bajo la suave sombra del cielo al atardecer. A lo largo de las
verdes orillas, un rebaño de ovejas se alimentaban sin disturbio.
Seguramente este cuadro era el ganador.
El hombre con la visión descubrió el segundo cuadro él mismo, y la multitud se quedó sorprendida. Podría esto ser la paz?
Una
tumultuosa cascada de aguas corría a través de un rocoso precipicio, la
gente casi podía sentir el frío y penetrante rocío. Nubes grises de
tormenta amenazaban y estaban listas para explotar con rayos, viento y
lluvia. En medio de los truenos y el frío amargo, un árbol quedaba
pegado a las rocas colgado a la orilla de la cascada. Una de sus ramas
se estiraba justamente en frente de las aguas torrenciales como si
neciamente buscara experimentar su poder total.
Un pajarito había
construido un nido en el codo de la rama. Contento y sin disturbio en
sus alrededores de tormenta, ella descansaba sobre sus huevitos. Con sus
ojos cerrados y sus alas listas para proteger a sus pequeños,
manifestaba paz que trasciendo a cualquier tumulto terrenal.
(( De la Red))