Dios le Oye a Usted
"Amo al Señor, pues ha oído Mi voz y mis súplicas"
(Salmos 116:1).
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Un hombre que trabajaba en el sector de equipajes de una
grande estación ferroviaria dejó caer un paquete pesado en
su pie y empezó a blasfemar. Una pequeña niña, de pie junto
a la entrada, habló para aquel hombre: "Por favor, señor, no
diga tales cosas. ¿No sabe qué Dios está oyendo a usted?"
Las palabras de la niña no salieron de su mente y el tiempo
todo pensaba en su pecado. Durante todo el día y también por
toda la noche, aquellas palabras lo enojaban: "¿No sabe que
Dios está oyendo a usted?" Aquélla pregunta continuó
enojándolo y pocos días después él entregó su corazón al
Señor. (El Peregrino)
¿Será qué nos hemos dado cuenta de qué Dios a todos oye?
¿Tenemos usado nuestros labios para maldecir, avergonzar al
Señor o para glorificar el nombre de Jesus? ¿El corazón de
Dios tiene si alegrado con nuestras palabras o la misma boca
que canta himnos y hace bellas oraciones ha entristecido al
Padre en los momentos en qué estamos lejos de la iglesia o
de los hermanos qué nos conocen?
Bueno es estar en la presencia del Señor, decirle que Lo
amamos, que conocerlo fue la mejor cosa que nos aconteció,
que Su compañía nos llena de júbilo, que riqueza alguna
diste mundo puede si comparar a las bendiciones que ha
derramado sobre nosotros. Poder hablar a todo instante con
Él, leer su Palabra y confesar que es el mejor alimento de
todo nuestro dia,entregar a Su cuidado nuestra noche de
descanso es algo que ni una poesía inspirada puede
describir.
A veces pasamos todo el día callados, semblante amargado,
sin brillo en el rostro, derrotados. Parece que nadie si
importa con nuestros problemas y con nuestras aflicciones.
Más bien cerca a nosotros existe alguien que está presto a
oír, a acariciar, a decir con la voz más tierna del mundo:
"Hable conmigo, Estoy aquí, quiero oír cada una de las
palabras que usted anhela decir. Tengo respuestas a todas
las sus inquietudes."
se recuerde de que usted nunca está solo. Se está feliz y
quiere compartir su alegría o se está con luchas y anhela
dividir su tristeza, el mejor Amigo está cerca y estará
siempre presto a oír a usted.
Paulo Barbosa
Un ciego en el Internet