El bajo costo de ofrendar
“Más bienaventurado es dar que ofrendar” (Hechos 20:35).
La
queja más común es contra el alto costo de la vida, y muchas personas
se valen de esta excusa para no ofrendar. Pero el hecho es que cuesta
más vivir si no ofrendamos. El gobierno espera que seamos liberales en
nuestras ofrendas para causas nobles, y de esta manera las
contribuciones son menores. No damos para recibir, pero así sucede en
la vida: “Echa tu pan
sobre las aguas”
La historia de Ananías y Safira es un ejemplo del alto costo de no ofrendar. (Hechos 5:1-12).
Ellos
vendieron una posesión y podían haber ofrendado; pero “sustrajeron
parte de su valor” y se pusieron de acuerdo para ser egoístas con sus
amigos necesitados. “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu
corazón para que mintieses…?” Ananías y Safira no fueron horados para
con Dios.
“Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró.” ¿Cuánto costó a esta pareja el no ser buenos mayordomos?.
1. Los privó del gozo de ser amigos liberales.
2. Los privó de su integridad delante de Dios.
3. Perdieron el lugar que ocupaban entre sus amigos cristianos.
4. Les costó su propia vida.
Es mucho más barato dar, ¿verdad?
((De la Red))