un dominio perfecto sobre el mundo de la
materia y sobre el mundo del espíritu.
No era un hechicero, un farsante,
un engañador.
Era el creador del universo cuyas leyes
le obedecian al momento.
La enfermedad es una anormalidad
en el organismo humano.
La tempestad es una anormalidad
en la naturaleza.
La desobediencia es una anormalidad
en las relaciones con Dios.
La intervención de Jesús devuelve
la normalidad perdida, es decir,
la salud, física, la paz en la naturaleza
y la paz con Dios.
Amados Dios les siga bendiciendo y cuidando en todo.