Era la madrugada del 31 de octubre, el lugar:
Ruta 2 - Villa Dolores,… Un tipo estaba parado a la orilla de la ruta, en medio de una oscura y tenebrosa noche pidiendo un aventón, a la vez que estaba cayendo una tremenda tormenta…
Pasó un tiempo pero nadie le paraba... La tormenta era tan fuerte que apenas se alcanzaba a ver a muy pocos metros de distancia...
De repente, el hombre vio como un viejo auto se acercaba lentamente deteniéndose justo frente a él… Aunque intrigado por el aspecto del auto, sube a él sin dudarlo, pues era preferible que seguir bajo la tormenta en la oscuridad… Al cerrar la puerta, se da cuenta con asombro de que nadie va manejando...
El auto arranca suave y pausadamente,… el tipo mira hacia la ruta y se horroriza al ver que adelante está una curva… Asustado, comienza a rezar e implorar por su salvación al advertir su trágico destino… No ha terminado de salir de su espanto, cuando justo antes de llegar a la curva,… entra una mano tenebrosa por la ventana del chofer y mueve el volante lentamente pero con firmeza.
Paralizado de terror y sin aliento, se aferra con todas sus fuerzas al asiento,… inmóvil e impotente, ve como sucedía lo mismo en cada curva del tenebroso y horrible camino, mientras la tormenta aumentaba su fuerza… En un momento de coraje,… sacando fuerzas de donde ya no quedaban,… se baja del auto y sale corriendo hasta el pueblo más cercano…
Deambulando, todo empapado, se dirige a una cantina que se percibe a lo lejos… Entra a ella y pide dos vodkas y temblando aún,… les empieza a contar a todos la horrible experiencia que acababa de vivir… Se hizo un silencio ante el asombro de todos los presentes… El miedo asomaba por todos los rincones del lugar…
Como a la media hora, llegan dos tipos todos mojados y uno le dice al otro en tono molesto:
- “Mira Juan, allí está el pelotudo que se subió al auto cuando lo veníamos empujando”