La espera
Y tú me dices que tienes los pechos vencidos de esperarme, que te duelen los ojos de tenerlos vacíos de mi cuerpo, que has perdido hasta el tacto de tus manos de palpar esta ausencia por el aire, que olvidas el tamaño caliente de mi boca.
Y tú me lo dices y sabes que me hice sangre en las palabras de repetir tu nombre, de golpear mis labios con la sed de tenerte, de darle a mi memoria, registrándola a ciegas, una nueva manera de rescatarte en besos desde la ausencia en la que tú me gritas que me estás esperando.
Y tú me lo dices que estás tan hecha a este deshabitado ocio de mi carne que apenas sí tu sombra se delata, que apenas si eres cierta en esta oscuridad que la distancia pone entre tu cuerpo y el mío.
JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD
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