LOS PAPAS DE AVIGNON
Aviñón (en francés Avignon)
CISMA DE OCCIDENTE: CUANDO LOS PAPAS SE TRASLADARON A FRANCIA.
Bonifacio VIII, a la sazón octogenario, decidió hacer del año 1300 el gran jubileo de la cristiandad. Se trató de la mayor hora de gloria del papado, del momento supremo en que la fe cristiana se convirtió en la más viva, en la más creadora.
Roma, presa de la guerra civil. Pero en los años siguientes, el poder pontificio fue puesto en tela de juicio, y con frecuencia de manera brutal, por el rey de Francia, que saqueó a su antojo las posesiones de los templarios. El sucesor de Bonifacio VIII, Benedicto XI, acabó por ceder a todas las exigencias de Felipe el Hermoso. Durante ese tiempo, toda Italia fue presa del desorden. A la muerte de Benedicto XI, en 1304, los cardenales salieron de Roma y eligieron como papa a un francés coronado en Lyon, en 1305, con el nombre de Clemente V.
Dudando sobre si regresar Roma, desgarrada por la guerra civil, fijó provisionalmente su residencia en Aviñón (Francia).
Aviñón, residencia pontificia. Para Clemente V, la estancia en Aviñón no representaba más que un alto en el camino de Roma, pero su sucesor, Juan XXII, papa de 1311 a 1334, se instaló en ella de manera menos efímera.
El palacio de los papas Elegido en 1334, el nuevo pontífice, Benedicto XII, sabrá sacar el mayor provecho de las ventajas que le ofrecía Aviñón.
Ahora bien, de formación cisterciense, Benedicto XII era un teólogo más que un político. Y en ningún momento quiso lanzar a la Iglesia a una aventura guerrera. Fue él quien emprendió la construcción del palacio, que sería a la vez centro administrativo y fortaleza.
La capital de la cristiandad. El sucesor de Benedicto XII, Clemente VI, papa de 1342 a 1352, era benedictino. Su mayo preocupación fue asegurar la independencia política del papado.
Junto al palacio edificado por su predecesor, que le parecía demasiado austero, hizo construir un segundo mucho más fastuoso.
"Roma ya no está en Roma.".Esta fórmula lapidaría y en gran medida nostálgica, para referirse al período que, entre 1305 y 1378, vio sucederse a los papas en Aviñón. Forjada por siglos de papado italiano, la tradición ha contribuido a ensombrecer exageradamente este episodio. Durante mucho tiempo ha propagado la ¡magen de unos papas sin autoridad, corrompidos por el lujo y la magnificencia, y sometidos al soberano capricho de los reyes de Francia. El lujo de las ceremonias profanas rivalizaba en la ciudad papal con el esplendor de las ceremonias litúrgicas. Pero la caridad también tenía su sitio: la pignotte, o servicio de limosnas, distribuía continuamente pan entre todos los necesitados, y finalmente, si es cierto que, durante su estancia en Aviñón, el papado se preocupó poco de reformar la Iglesia en profundidad, también lo es que los papas supieron, sin embargo, y gracias a una política centralizadora a veces llevada a ultranza y a una administración bien organizada, mantener su autoridad sobre la cristiandad
El regreso a Roma. Sin embargo, Roma siguió siendo el simbolo del mundo cristiano ;y los papas no cesaron de preparar su regreso a la ciudad eterna. Inocencio VI encargó a un legado que intentase comprometer para dicha causa a las ciudades italianas. Urbano V permaneció en Roma. Y en 1377, Gregorio XI regresa a ella definitivamente. Sin embargo, esto no significó el final del papado de Aviñón, porque en abril de 1378 a su muerte el pueblo romano presionó a los cardenales para que eligieran un Papa italiano: Urbano VI. Pero 13 de ellos eligieron un papa rival Clemente VII, que se instalaría en Avignon. El cisma habría de durar hasta1417.
Lista de los siete papas que residieron en Aviñón:
-Clemente V
-Juan XXII
-Benedicto XII
-Clemente VI
-Inocencio VI
-Urbano V
-Gregorio XI
Los antipapas Clemente VII y Benedicto XIII (el papa Luna), continuaron residiendo en Aviñón después de que los papas regresaran a Roma en 1377.