![](http://images.imagehotel.net/8kybqi2lh2.png)
Las situaciones por las que pasamos las personas durante el proceso de vivir, nos hacen cambiar de opiniones, de maneras de pensar, de ver unos momentos que, creíamos iban a ser los más amargos de la vida, como nuevos amaneceres.
Se sueñan con ilusiones que se cumplen y con otras que tienes que arrinconar. Buscar los momentos y las personas que queremos compartan esas quimera es decisión nuestra. Lo más curioso de todo es que hay personas con las que no contamos por miedo al rechazo, al abandono, al que dirán de nosotros. Es como que nunca diesemos una oportunidad a aquellos que más cerca están y buscamos fuera de nuestro núcleo familiar. Pero estas estrellas, sin saberlo, viven a nuestro lado pero nunca les hemos permitido brillar, porque nosotros mismos no sabemos que también podemos brillar.
Y les abres un pequeño resquicio de la puerta para que dejen ver tus miedos, tus angustias, tus inseguridades, sin saber lo que te vas a encontrar y aparece apoyo, un hombro sobre el que llorar que te ofrece cariño y alegría, espacio, comprensión, amistad y amor; la puerta se abre sin reservas, se arranca de los goznes y se tirá al suelo para no alzarse más.
El gran premio es inmenso, porque no sólo aparece una estrella, sino que se crean dos, también te hallas a ti mismo, tus horizontes se amplían, se agrandan... Cuando ya no esperas nada, cuando crees que tienes que seguir sólo, siempre hay una salida, luchando se acaban creando nuevos senderos que recorrer.
![](http://images.imagehotel.net/fdyyoumdy4.gif)
|