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Como un pez voraz es mi pensamiento,
que recorre cada milímetro de tu cuerpo llenándolo de besos.
Atraviesa los bosques tu aroma marino,
y las gaviotas del alma revolotean tu ser.
Te sueño en la arena de tus playas,
y en tus huellas me pierdo,
hasta adentrarme en lo profundo de este amor,
que en su resaca me circunda atándome a tu cuerpo.
El día me envuelve en azules y sueños.
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