Una película inteligente de la actualidad, nos sumerge en la vida de un hombre dedicado a una tarea difícil, trabajar en una compañía que vende el servicio ingrato de despedir al personal de las empresas que necesitan disminuir su dotación.
La crisis económica hace que haya muchos clientes para este servicio, y que su personal tenga mucho trabajo, toda gente especialmente entrenada para esas circunstancias.
Esta tarea, obliga a los ejecutivos encargados de esta rutina, a viajar en avión más de trescientos días al año, a distintas partes de Estados Unidos y del mundo, y a pasar sus vidas en aviones y hoteles, en soledad y desarraigados.
El protagonista disfruta plenamente de este estilo de vida que domina a la perfección, manteniendo escaso contacto con dos hermanas y sobrinos, que son sus únicos familiares, ya que no desea establecer vínculos que puedan entorpecer su trabajo.
Su tarea incluye además dictar conferencias, siempre con el mismo contenido, para entrenar al personal para esa ocupación, tratando de convencerlos a adoptar su misma filosofía de vida, o sea disponer sólo de un ligero equipaje con lo justo y no tener que despedirse de nadie; porque desde su punto de vista, la familia, una esposa, hijos y todo lo que contiene un hogar, son cargas muy pesadas, difíciles de llevar a alguna parte.
Pero ese razonamiento no se puede sostener cuando conoce a alguien que como él es viajera frecuente, que logra mover sus aparentes firmes estructuras, y cuando lo que comienza siendo un amor ocasional se convierte para él en algo más genuino.
La boda inminente de una de sus hermanas lo coloca en una situación que contradice su forma de pensar y ayuda a aumentar su confusión.
Por otro lado, su propia compañía, gracias al avance de la tecnología, parece arrebatarle la posibilidad de continuar viajando y obligarlo a hacer una vida estable.
Comienza a derrumbarse su mundo tan bien estructurado, a no estar tan seguro de sus principios y con la tentación de ceder a la necesidad de profundizar su relación, cambiar sus reglas de juego y ser una persona diferente.
Pero cambiar de filosofía, significa no solo cambiar de estilo de vida sino también cambiar de proyectos y de modos de relación; porque todo lo que ha sido significativo, deja de serlo debido al cambio de perspectiva.
La aspiración máxima del protagonista había sido acumular millas de vuelo hasta llegar a los diez millones, meta que le brindaba la oportunidad de viajar prácticamente gratis toda su vida a donde quisiera, además de recibir trato preferencial, gozar de varios beneficios y honores en los vuelos de la compañía; y recibir una tarjeta que lo identificaba como uno más de los siete hombres del país que habían alcanzado el mismo objetivo.
Esos honores y beneficios, tan apreciados por él en otro momento, ya no le interesaban porque ahora, sólo pensaba en volver a ver a la mujer que amaba.
Pero la vida le demuestra, que cambiar tiene un costo que casi siempre duele; y que no siempre los demás están en las mismas condiciones de poder hacer lo mismo, porque tienen otras vidas, otras necesidades y viven en otros mundos.
Afortunadamente o no, la nueva tecnología implementada no tiene el efecto esperado y la empresa donde trabaja se ve obligada a volver a la modalidad anterior, obligándolo a continuar viajando como lo hacía habitualmente.
Una comedia bien hecha, que en algunos momentos se vuelve drama, al reflejar la dolorosa realidad de una sociedad que está viviendo un proceso de cambio.