Jesús, los discípulos y primeros seguidores, en su mayoría eran judíos, y practicaban las leyes hebreas con sus costumbres. Una vez Jesús realiza su labor evangelizadora, se inicia la formación del culto y ritual de la primera Iglesia Cristiana, donde comienza a fusionarse esta tradición hebrea con el nuevo mensaje de Cristo Jesús.
De lo anterior podemos deducir que la danza pudo ser parte de los rituales de esta primera Iglesia, más aún teniendo en cuenta la importancia de David dentro de las escrituras, dentro de la vida de Jesús, (donde a Jesús se le nombra varias veces en el nuevo testamento como el “ Hijo de David”).
El ejemplo de David, la forma de orar, su contacto íntimo con Dios, sus mensajes y expresiones orantes como la danza, no podrían desaparecer dentro de las formas de alabar a la Santísima Trinidad .
Por otro lado la carta enviada a los artistas, donde el Papa, describe la importancia del arte en todas sus expresiones, como fiel testigo del Amor de Dios y su misión evangelizadora.
La información que se tiene de la danza, aún es incipiente y está en construcción, por todos aquellos a quienes Dios nos ha permitido conocerla.
¤ II. EL CUERPO COMO INSTRUMENTO DE ORACIÓN
Todo movimiento de nuestro cuerpo expresa algo, en cualquier situación. Él habla constantemente a los demás. Apoya lo que piensas y sientes; es por esto que la Danza es tan natural para las personas, para toda cultura o credo.
La decisión que tú tomas al danzar para Dios, es la decisión de unir cuerpo, mente y sentimientos para expresarle algo a Él, es decir “oras” y ayudas a que toda una comunidad se atreva a hacer lo mismo, siendo en ese momento, instrumentos de oración. Templos del Espíritu Santo ( 1 Corintios 3,16-17; 6,19-20 )
Para que la Danza sea oración, es absolutamente y completamente necesario que el Espíritu Santo sea quien dirija nuestro cuerpo (estar en Gracia), sin Él no es posible.