Baja la luna en mi rincón, llega la lluvia; corren duendes heridos. Lejos bajo otras noches florecen lágrimas, y me quiero alargar para besarte entre penúltimos silencios. Mis fotos no ¡mi alma!, mis palabras cálidas; mis besos que serán, mis arco iris por tu piel de amapolas y miel pálida. Soy voz que susurra el amor, letra que te llama, el deseo que siempre te convoca, el corazón que quiere gritar tu nombre extraño miel
amarra, de mar enamorado, mar atado al horizonte, lejano mar, mar de mi alma, amanecer cautivo como sábanas esperando tu piel. En esta noche solo te busco entre fantasmas


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