Si el corazón pudiera hablarte cuántas palabras pudiera decirte desde el amor que siembra la ausencia, de esa nostalgia mía que tú conoces de ese ayer nuestro que esfumó la brisa.
Presiento en este rincón tus ojos húmedos, que ahogan la melancolía de la tarde, y tus labios los imagino soñando el beso desde el amor que retoña en primaveras con aromas de tus rosas y mis madreselvas.
Si el corazón te hablara de esta soledad tan silente como arraigada en mi alma sabrías que mi sufrir es como el tuyo, que vamos tú yo construyendo imposibles, mirando la misma luna, el mismo ocaso.
Y si te acercaras aún más a mi corazón, si pusieras tu cabeza en mi pecho sentirías en cada latido algo de ilusión, solo sabrías de esta mujer solitaria para quien ya se marchitó toda esperanza.
Somos tú y yo como un velero a la deriva siguiendo en la brújula de las estrellas el camino que perdieron nuestros sueños y en un mar nuevo tal vez nos encontraremos en una eternidad donde no viva la tristeza.
Desde el amor presiento que en tu lejanía las amapolas blancas y rojas guardan tu beso, que recogerá el jazmín de mi mañana, solo soy verso para ti, y tú añoranza… meciéndome en tus brazos de alborada…
|