
Siento celos de la sombra… que albergando tu silueta te cobija al caminar, siento celos de ese aire…que inhalando por la vida ese aliento a ti te da, siento celos de esa luna… que observándote en la noche con sus reflejos te ilumina, siento celos de esa estrella… que tentadora te anima y pretende tu mirar.
Siento celos de tus sueños… que en la almohada te dan la saciedad de unos besos, llamándote al despertar, siento celos de esa alondra… que observadora en la mañana te despierta con el alba, siento celos del mar… cuando te bañan sus olas, ofreciendo paz y calma.
Y en la distancia te observo… tendido en arenas blancas y siento celos de ese sol…que seca… tu cuerpo y tu alma, y quiero saciar mil dudas y quiero saciar mis ansias, pensar que solo es locura y sentir yo… tus manos blancas.
Y siento celos de tu soledad… que cautiva el eco del silencio arrastrando a su morada tu paz, envolviendo tus deseos con besos, no quiero ser gota de agua caída al mar ni lágrima de melancolía, sólo ser… tu propia sombra al caminar tu caricia al viento… tu aliento…al despertar, tus dudas, tu pensamiento, y tu alondra mirando al mar.
Quiero trotar en tu mundo en lo absoluto, lo irreal, sembrar tu frontera en mi alma y envolverte en lo más profundo.
Y cuando el infinito expire su aliento, dejando de respirar… mostrando nuestros cuerpos ya inertes, vendrán esas olas envolventes y volteará la alondra con el alba ofreciendo a los tiempos su cantar, dejando al viento… una huella de paz y nuestros nombres escritos en esa orilla del mar.


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