
Iremos donde nadie arrebate los sueños, esos que no han nacido de los versos, que están muy escondidos en el alma que quieren emigrar a otro planeta, a otros pueblos.
Porque este mundo ya nos queda pequeño para hablar de esas cosas que pensamos los poetas porque más allá del sol y las estrellas, brillan otras geografías milenarias y desérticas.
Ya veo los volcanes, ríos de peces y las piedras de espuma. Dime ¿dónde moran esos lugares, para creer otra vez en quimeras emigrantes que traspasen la estratósfera, que nos permitan ver una nueva agricultura?
de corazones sembrados sin cadenas, sin prisiones, sonetos de tu alma y versos blancos de mi nada regidos por el tiempo que marque el infinito escribiremos con la sangre plateada de la luna.


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